Análisis de The Alters: un universo de posibilidades

The Alters

Después de títulos tan intensos como Frostpunk y This War of Mine, el estudio polaco 11 bit Studios vuelve a explorar la supervivencia humana desde un nuevo ángulo. The Alters es una experiencia de gestión y toma de decisiones ambientada en un planeta desconocido, donde lo que está en juego no es solo la vida, sino la identidad misma.

Antes de adentrarnos más, dejar claro que este análisis se ha hecho bajo una versión previa en PC, por lo que la calidad no es representativa de la versión final del título.

Una premisa existencial

La historia comienza con un accidente, tras aterrizar en un planeta en busca del codiciado Rapidium, un mineral con propiedades capaces de alterar el tiempo, nuestro protagonista despierta para descubrir que todos sus compañeros de misión han muerto. Solo y atrapado, su única esperanza recae en, precisamente, encontrar y utilizar el Rapidium, para crear versiones alternativas de sí mismo, los «Alters». Cada uno representa una bifurcación vital distinta, una posibilidad de lo que podríamos haber sido si hubiésemos tomado otras decisiones en el pasado.

Estas variantes no solo tienen habilidades únicas, como conocimientos técnicos, científicos o prácticos, sino también personalidades diferentes. El juego nos permite observar sus líneas temporales y ver cómo les fue la vida, pudiendo así entenderlos mejor, algo que será muy importante. Al interactuar con ellos, debemos mantener una relación adecuada, si hay conflicto, se negarán a colaborar, por el contrario, si nos llevamos bien, podremos coordinar mejor las tareas. Pero no será sencillo, algunas personalidades chocan entre sí, por lo que debemos elegir en base a ello y a nuestra necesidad.

Los Alters también interactúan entre ellos, algunos se llevan mejor y otros peor, pudiendo llegar a enfrentarse. En ocasiones, tendremos eventos especiales por tomar ciertas decisiones, no desvelaré nada, pero hay algunos eventos bastante locos.

The Alters

Gestión circular, decisiones estratégicas y exploración

La base en la que vivimos y trabajamos es un edificio rodante, con estructura modular circular. Podemos construir habitaciones, ampliarlas o reubicarlas a nuestro gusto. Entre las estancias podemos encontrar la cocina, los almacenes, el camarote del capitán (donde se guarda la partida y se termina el día), el ordenador cuántico para crear nuevos Alters o la sala de comunicaciones, entre otros, cada cual más avanzado. Esta base requiere un mantenimiento constante y consume recursos que debemos recolectar en el exterior tan hostil de este planeta.

Para facilitar esta recolección, algunos puntos como los yacimientos profundos pueden conectarse a la base mediante cables de transporte, lo que también permite teletransportarse entre ubicaciones. También encontramos recursos directamente en el suelo, pero nos darán menos cantidad. Por otro lado, podemos convertir unos recursos en otros con las instalaciones adecuadas.

El paso del tiempo está bien implementado. Cada día debemos elegir qué acciones priorizar, ya que tanto nuestro personaje como los Alters se cansan y rinden menos si están agotados. También podemos asignar tareas a los Alters, cuyo rendimiento dependerá directamente de su estado anímico. En cuanto al tiempo, hay que tener muy en cuenta el amanecer, que nos calcinará si nos alcanza, por lo que tenemos que ir desplazando la base (y cumpliendo los objetivos) a cierto ritmo.

Durante la exploración también encontraremos anomalías y singularidades, que podemos investigar y recolectar. Hay que tener mucho cuidado de no acercarnos demasiado porque nos llenarán de radiación y perderemos lo que quede de día. También habrá tormentas electromagnéticas, durante las que la base sufrirá mucho y deberemos estar pendientes, aunque si decidimos minar, seremos más eficaces, en nuestra mano está decidir.

Apartado técnico y sonoro

Técnicamente, The Alters luce espectacular. Las texturas, los efectos visuales y el sistema de iluminación están a gran nivel, lo que ayuda a sumergirse en el, en mi opinión, terrorífico entorno. A destacar los efectos ambientales, de la radiación y las anomalías (dan mal rollo). En cuanto a lo técnico, el juego ofrece un abanico de opciones gráficas amplio y cuenta con soporte para FSR, lo que facilita su ejecución en diferentes configuraciones.

Por ser una versión previa, hemos tenido algunos errores, como que el mando se quedaba vibrando hasta el infinito o que un Alter atravesaba alguna pared, pero repito, es una versión previa y desde el estudio aseguran tener un parche de día 1 para aplicar correcciones.

La banda sonora, por su parte, acompaña a la perfección. Compuesta por temas ambientales de corte futurista, pero también retro, que transmiten la inseguridad y el terror de estar perdido en un planeta que hace todo lo posible por matarte, te sientes muy pequeño en comparación.

Conclusión

The Alters es mucho más que un juego de supervivencia y gestión. Es una reflexión interactiva sobre las decisiones que tomamos, lo que podríamos haber sido, y la necesidad de cooperación incluso con las partes de nosotros mismos que desearíamos olvidar. Nos ofrece un universo de posibilidades.

A nivel jugable, ofrece una propuesta sólida, divertida y muy rejugable. De hecho, debemos hacer varias partidas porque es literalmente imposible hacerlo todo en una y, además, lo más probable es que en nuestra primera partida muramos a los pocos días.

Sin duda, y a pesar de algunos fallos en esta versión previa para el análisis, The Alters se posiciona como un título de sobresaliente. Es divertido, te hace pensar y.… parece que usa el Rapidium para quitarte horas del día, muy recomendable.

Para terminar, dar las gracias a 11 bit Studios por cedernos la clave para que este análisis sea posible. Recordad seguirnos en Área Xbox para manteneros informados de todas las novedades del mundo del videojuego.

The Alters

9

9.0/10

Pro.

  • Los Alters y las realidades alternativas
  • La gestión de la base
  • La ambientación

Contra.

  • Algunos bugs

Acerca del autor

Hago cosas... Es el vecino el que elige al meme y es el meme el que quiere que sean los vecinos el meme

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